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AMERICA LATINA REMPLAZA EL POPULISMO POR OTRA FUERZA: LA ESTABILIDAD ECONOMICA

Por: Tema(s): En: El Comercio 22 nov. 2006, p. 12Resumen: El fantasma populista que parecía recorrer América Latina a comienzos de este año se está esfumando. Aunque el desencanto con las reformas de libre mercado todavía está profundamente anclado en la región, las elecciones presidenciales muestran que los votantes han apostado por una fuerza aún más poderosa: la estabilidad económica. En los últimos 10 años, la inflación ha retrocedido a un ritmo constante. Por primera vez en décadas, la inflación en países como México, Perú, Ecuador y Brasil se ubica en un sólo dígito. Y en los últimos cinco años el crecimiento económico ha sido sólido, si bien no estelar. Los comicios presidenciales que se celebrarán en Ecuador este domingo muestran el creciente desencanto con los candidatos que prometen reformas económicas y cambios radicales. Hace unas semanas, Rafael Correa, un telegénico profesor universitario, saltó a la cabeza de las preferencias electorales al asociarse estrechamente a Chávez y prometer disolver el Congreso, rehacer la Constitución y renegociar la deuda externa. Pero a medida que los votantes comenzaron a cansarse de su talento para el espectáculo, Correa se ha movido hacia el centro. Ahora, rara vez menciona sus planes para rediseñar la economía. En vez de ello, se centra en asuntos como mejorar las viviendas, temas que incluso encuentran el apoyo de su oponente conservador, el magnate bananero Álvaro Noboa. Tras moderar su postura, Correa se ha recuperado y se encuentra en un virtual empate con Noboa. "La economía de Ecuador no es sostenible", dice Correa. "Yo hablo de cambios para crear empleos, crear industrias productivas". Ecuador, un país de 13 millones de habitantes y una abundancia de petróleo, ilustra el auge y la caída de las políticas radicales en América Latina este año. El país ha tenido siete presidentes en los últimos 10 años, tres de los cuales terminaron en el exilio, la cárcel o ambos. En 1997, el Congreso destituyó a Abdalá Bucaram por "incapacidad mental". La situación económica en Ecuador también ha sido volátil. La fuerte rivalidad entre los trabajadores de la zona montañosa y los de la costa ha dificultado los intentos del gobierno de lograr acuerdos que podrían limitar el gasto fiscal. En vez de ello, el banco central imprimió más sucres para cubrir los aumentos salariales, proyectos sociales y rescates bancarios de corto plazo que impulsaron la inflación. Entre 1979 y 2000, la moneda pasó de tener un valor de un sucre por un dólar a 25.000 sucres por dólar, erradicando los ahorros y forzando al gobierno a suspender el pago de sus deudas en dos ocasiones. A igual que en otras crisis cambiarias en América Latina, las clases media y trabajadora fueron las que más sufrieron. En 2000, la economía llegó a su punto más bajo. En un esfuerzo desesperado por detener la inflación, el gobierno abandonó su propia moneda y adoptó el dólar.
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El fantasma populista que parecía recorrer América Latina a comienzos de este año se está esfumando. Aunque el desencanto con las reformas de libre mercado todavía está profundamente anclado en la región, las elecciones presidenciales muestran que los votantes han apostado por una fuerza aún más poderosa: la estabilidad económica. En los últimos 10 años, la inflación ha retrocedido a un ritmo constante. Por primera vez en décadas, la inflación en países como México, Perú, Ecuador y Brasil se ubica en un sólo dígito. Y en los últimos cinco años el crecimiento económico ha sido sólido, si bien no estelar. Los comicios presidenciales que se celebrarán en Ecuador este domingo muestran el creciente desencanto con los candidatos que prometen reformas económicas y cambios radicales. Hace unas semanas, Rafael Correa, un telegénico profesor universitario, saltó a la cabeza de las preferencias electorales al asociarse estrechamente a Chávez y prometer disolver el Congreso, rehacer la Constitución y renegociar la deuda externa. Pero a medida que los votantes comenzaron a cansarse de su talento para el espectáculo, Correa se ha movido hacia el centro. Ahora, rara vez menciona sus planes para rediseñar la economía. En vez de ello, se centra en asuntos como mejorar las viviendas, temas que incluso encuentran el apoyo de su oponente conservador, el magnate bananero Álvaro Noboa. Tras moderar su postura, Correa se ha recuperado y se encuentra en un virtual empate con Noboa. "La economía de Ecuador no es sostenible", dice Correa. "Yo hablo de cambios para crear empleos, crear industrias productivas". Ecuador, un país de 13 millones de habitantes y una abundancia de petróleo, ilustra el auge y la caída de las políticas radicales en América Latina este año. El país ha tenido siete presidentes en los últimos 10 años, tres de los cuales terminaron en el exilio, la cárcel o ambos. En 1997, el Congreso destituyó a Abdalá Bucaram por "incapacidad mental". La situación económica en Ecuador también ha sido volátil. La fuerte rivalidad entre los trabajadores de la zona montañosa y los de la costa ha dificultado los intentos del gobierno de lograr acuerdos que podrían limitar el gasto fiscal. En vez de ello, el banco central imprimió más sucres para cubrir los aumentos salariales, proyectos sociales y rescates bancarios de corto plazo que impulsaron la inflación. Entre 1979 y 2000, la moneda pasó de tener un valor de un sucre por un dólar a 25.000 sucres por dólar, erradicando los ahorros y forzando al gobierno a suspender el pago de sus deudas en dos ocasiones. A igual que en otras crisis cambiarias en América Latina, las clases media y trabajadora fueron las que más sufrieron. En 2000, la economía llegó a su punto más bajo. En un esfuerzo desesperado por detener la inflación, el gobierno abandonó su propia moneda y adoptó el dólar.

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