ECUADOR DESAFIA A LOS ECONOMISTAS

El autor sostiene que en Ecuador, el amplio debate de las teorías económicas, ha sido un acto-reflejo y no un reflejo consciente, dialecticamente dirigido y digerido por nuestra intelectualidad. Hemos sido, en este punto, unos simples copiones de teorías extrañas, unos vulgares usuarios de verdades importadas. Pregunta, ¿qúe hemos creado por cuenta propia? ¿dónde radica nuestro aporte a la teoría económica, a pesar de que tenemos el país-laboratorio que más fórmulas ha aplicado en las últimas dos décadas? Practicamente nada. Señala que en este abanico de errores tienen responsabilidad toda la cofradía nacional: los teóricos cepalinos, los economistas de la izquierda tradicional, los chicago boys, los neoliberales extremistas, los posmodernistas y los estructuralistas de viejo y nuevo cuño. Indica que la economía ecuatoriana debe someterse ya a una caracterización profunda y adecuada por parte de nuestros economistas. Que hoy la política monetaria se dirija a control remoto, a miles de kilómetros de distancia, genera una primera reflexión: antes que capitalista, nuestra economía es dependiente. Este elemento condiciona todo, de la forma de vestir a la forma de hablar.