Imagen de Google Jackets

¿PORQUE NO HAY CREDITO?

Por: Tema(s): En: El Comercio 24 mayo 2009, p. 9Resumen: El crédito ha caído porque la ley aprobada por el Gobierno para bajar las tasas de interés no fue acompañada por un manejo económico adecuado. Veamos: En julio de 2007 se aprobó un nuevo algoritmo para estimar las tasas de interés. Esa nueva fórmula de cálculo fue diseñada para que el costo promedio y máximo de los préstamos descienda mes a mes, lo cual, en principio, es correcto. El problema fue que mientras las tasas nominales bajaron sistemáticamente -por efectos del nuevo algoritmo- los indicadores macroeconómicos -inflación, déficit en cuenta corriente, crecimiento, etc.- se deterioraron, sobre todo por la forma irresponsable como subió el gasto público y también por la crisis financiera mundial. El riesgo crediticio aumentó por ese deterioro económico, pero las tasas de interés no pudieron subir para reflejar ese riesgo mayor, porque la nueva fórmula de cálculo lo impedía. ¿Qué pasó entonces? Pasó lo que pasa siempre que se administran mal los precios: se produjo escasez. Los bancos dejaron de prestar masivamente para atender a sectores más solventes, es decir a empresas grandes con una fuerte posición patrimonial y capacidad de generar liquidez. Las pequeñas y medianas empresas, así como los pequeños consumidores fueron progresivamente desatendidos. Una cosa sí que está clara: hay que reactivar el crédito y la inversión, porque esos dos ingredientes son indispensables para generar empleo e ingresos para las familias. ¿Qué se puede hacer concretamente? En primer lugar, la autoridad tiene que flexibilizar las tasas de interés para que los bancos puedan cobrar más por los préstamos más riesgosos. El crédito comenzará a fluir hacia los sectores desatendidos, en la medida que el riesgo de esa operación pueda incorporarse en la tasa de interés. Adicionalmente, la autoridad puede reducir el costo del capital propio de las empresas, otorgando exenciones tributarias para aquellas que inviertan sus fondos en proyectos productivos. Esto incentivará a las compañías a usar sus recursos propios en vez de recurrir a financiamiento bancario. Por último, el Gobierno debe dar un giro de 180 grados a su política económica. Esto significa que debe bajar su gasto sustancialmente para evitar más presión sobre los precios y sobre todo sobre la balanza de pagos. Si la autoridad da muestras de estar comprometida con la estabilidad macroeconómica, obtendrá respuestas positivas inmediatamente.
Etiquetas de esta biblioteca: No hay etiquetas de esta biblioteca para este título. Ingresar para agregar etiquetas.
Valoración
    Valoración media: 0.0 (0 votos)
Existencias
Tipo de ítem Biblioteca actual Signatura topográfica Info Vol Estado Fecha de vencimiento Código de barras
Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Comercio. 24 mayo 2009, p. 9 Disponible

El crédito ha caído porque la ley aprobada por el Gobierno para bajar las tasas de interés no fue acompañada por un manejo económico adecuado. Veamos: En julio de 2007 se aprobó un nuevo algoritmo para estimar las tasas de interés. Esa nueva fórmula de cálculo fue diseñada para que el costo promedio y máximo de los préstamos descienda mes a mes, lo cual, en principio, es correcto. El problema fue que mientras las tasas nominales bajaron sistemáticamente -por efectos del nuevo algoritmo- los indicadores macroeconómicos -inflación, déficit en cuenta corriente, crecimiento, etc.- se deterioraron, sobre todo por la forma irresponsable como subió el gasto público y también por la crisis financiera mundial. El riesgo crediticio aumentó por ese deterioro económico, pero las tasas de interés no pudieron subir para reflejar ese riesgo mayor, porque la nueva fórmula de cálculo lo impedía. ¿Qué pasó entonces? Pasó lo que pasa siempre que se administran mal los precios: se produjo escasez. Los bancos dejaron de prestar masivamente para atender a sectores más solventes, es decir a empresas grandes con una fuerte posición patrimonial y capacidad de generar liquidez. Las pequeñas y medianas empresas, así como los pequeños consumidores fueron progresivamente desatendidos. Una cosa sí que está clara: hay que reactivar el crédito y la inversión, porque esos dos ingredientes son indispensables para generar empleo e ingresos para las familias. ¿Qué se puede hacer concretamente? En primer lugar, la autoridad tiene que flexibilizar las tasas de interés para que los bancos puedan cobrar más por los préstamos más riesgosos. El crédito comenzará a fluir hacia los sectores desatendidos, en la medida que el riesgo de esa operación pueda incorporarse en la tasa de interés. Adicionalmente, la autoridad puede reducir el costo del capital propio de las empresas, otorgando exenciones tributarias para aquellas que inviertan sus fondos en proyectos productivos. Esto incentivará a las compañías a usar sus recursos propios en vez de recurrir a financiamiento bancario. Por último, el Gobierno debe dar un giro de 180 grados a su política económica. Esto significa que debe bajar su gasto sustancialmente para evitar más presión sobre los precios y sobre todo sobre la balanza de pagos. Si la autoridad da muestras de estar comprometida con la estabilidad macroeconómica, obtendrá respuestas positivas inmediatamente.

No hay comentarios en este titulo.

para colocar un comentario.