PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA

"Independientemente de cuándo empiece a operar la devolución de los fondos de reserva, significará la descapitalización del IESS". La frase, pronunciada el 8 de julio de 2005, por el entonces ministro de Economía, Rafael Correa, se refería a la posibilidad de que los afiliados accedan a estos fondos, cada tres años, como en efecto ocurrió y opera hasta la actualidad. El ministro, en ese momento, se opuso con un argumento de peso: el IESS se descapitalizará. Hoy, casi cuatro años después, el presidente Rafael Correa propone en plena campaña electoral para su reelección, prácticamente desaparecer los fondos de reserva y generar un "alza" de sueldo mensual de alrededor del 8,33 por ciento. En lo de fondo, el IESS sigue siendo la caja grande de recursos extras que salva al Gobierno cuando sufre aprietos de liquidez. Lo hizo hace poco, cuando su Directorio presidido por otro funcionario incondicional al Régimen- avaló la compra millonaria de bonos del Estado. Otro hecho ocurrió esta semana, cuando el congresillo aprobó la creación del Banco del Afiliado, cuya integración del directorio permite al Gobierno ejercer total control sobre un banco que tendrá un flujo garantizado de ingresos. Así, el IESS termina legalmente acorralado y a los vaivenes de decisiones políticas ajenas al real bienestar de los afiliados. Ya lo dijo hace cuatro años el entonces ministro de Economía: el IESS se puede descapitalizar y ese riesgo sigue vigente.