HOY GANO EL PRODUCTOR

El paro bananero demoró 11 días, causó pérdidas por encima de US 20 millones y vendió al mundo, una vez más, la imagen de que Ecuador es un país que solo puede vivir en el desorden. Pero existe otra lectura, más profunda, de difícil comprensión para el consumidor extranjero. El tema bananero ecuatoriano es un juego de poderes entre tres actores: productores, exportadores y Estado. Los primeros representan el eslabón más débil de la cadena productiva, que en esta ocasión lograron del Estado una reivindicación concreta, al margen de los exportadores, que siempre han sido los grandes beneficiarios del modelo bananero ecuatoriano. El Estado siempre ha pretendido jugar el papel de mediador; casi nunca lo ha conseguido. Esta vez, el presidente Noboa creó un fideicomiso bananero, a través del cual, los exportadores transferirán todos los valores de las cajas adquiridas al precio mínimo de sustentación, sin descuento alguno. La fiducia será administrada por la Corporación Financiera Nacional (CFN), que recibirá los depósitos de los exportadores, con cargo a la compra de fruta, y luego consignarán los valores a favor de los productores en las cuentas bancarias registradas por ellos para ese fin.