LA NUEVA MONEDA COMUN

Argentina y Brasil, los dos principales socios del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) quieren dejar de depender del dólar, o al menos esa es la idea que se desprende del anuncio que realizaron la semana pasada. El camino hacia un émulo del euro para América Latina debe pasar por la uniformidad de políticas y variables económicas entre los países participantes, renunciando incluso a la posibilidad de administrar algunas variables de la política económica, entre ellas definitivamente la monetaria. La Unión Europea requirió años de convergencia de políticas económicas y de resultados claros, tales como el déficit público, la inflación y el desempleo en niveles similares para poder asumir una identidad monetaria común. La consecuencia de no converger y de no entregar el poder a un tercero imparcial es que en cualquier momento uno se siente estafado con una devaluación del vecino justo cuando ya su moneda era aceptada en todas las transacciones monetarias.