LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA

Hace un par de años al tema se lo veía como una propuesta más, dentro de la nueva corriente ideológica que predomina en el ejercicio gubernamental de algunos países de la región. Pero, ahora, la nueva arquitectura financiera internacional comienza a tomar forma y, en el caso del Ecuador, está en manos de la Asamblea Nacional la aprobación de los convenios constitutivos del Banco del Sur y del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre). Ecuador suscribió, como miembro fundador, el Convenio Constitutivo del Banco del Sur, el 26 de septiembre del 2009, junto a los gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Los objetivos de la entidad son financiar el desarrollo económico, social y ambiental de los países miembros; fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover la distribución de inversiones. Mientras que el 16 de octubre del 2009, Ecuador también firmó el Convenio Constitutivo del Sucre, conjuntamente con los gobiernos de Bolivia, Cuba, Honduras, Nicaragua y Venezuela. El objetivo es minimizar el uso del dólar estadounidense en las actividades de comercio exterior y en las transacciones financieras regionales. Con base en un pronunciamiento de la Corte Constitucional, la aprobación de esos convenios es casi un hecho en la Asamblea y, por lo tanto, su ejecución está en marcha. Ante ese nuevo escenario financiero es indispensable que los agentes financieros públicos y privados se involucren más en el tema. Eso, porque el debate sobre las ventajas o desventajas de estas nuevas instancias económicas se ha concentrado en ambientes económicos especializados.