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GRUPO DE RIO Y DEUDA EXTERNA

Por: Tema(s): En: El Comercio 27 mayo 2003, p. A. 4Resumen: El sábado pasado ocurrió en Lima un acontecimiento que merece destacarse por la trascendencia que puede tener en las relaciones económicas del continente con el resto del mundo. El llamado Grupo de Río, resolvió por primera vez una acción común para aliviar el peso de la deuda externa. Lo que los jefes de Estado han acordado en Lima es dejar de pagar el 20 por ciento de lo adeudado al llamado Club de París y usar estos recursos así liberados en infraestructura social y productiva que ayude a aumentar la productividad de la economía real de nuestros países. Revalorizar a la unidad latinoamericana como fuente de presión para disminuir la carga de la deuda externa es algo que se hace por primera vez y eso merece destacarse como una semilla que puede dar buenos frutos. Lo acordado en Lima todavía es una idea interesante que va a ser planteada en el G-8 por México y Brasil, países de peso mundial. Esta idea se deberá concretarse en un mecanismo preciso y viable que realmente alivie la carga de la deuda y que más tarde pueda contagiar su efecto positivo al resto de la deuda externa latinoamericana.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO El Comercio. 27 mayo 2003, p. A. 4 Disponible

El sábado pasado ocurrió en Lima un acontecimiento que merece destacarse por la trascendencia que puede tener en las relaciones económicas del continente con el resto del mundo. El llamado Grupo de Río, resolvió por primera vez una acción común para aliviar el peso de la deuda externa. Lo que los jefes de Estado han acordado en Lima es dejar de pagar el 20 por ciento de lo adeudado al llamado Club de París y usar estos recursos así liberados en infraestructura social y productiva que ayude a aumentar la productividad de la economía real de nuestros países. Revalorizar a la unidad latinoamericana como fuente de presión para disminuir la carga de la deuda externa es algo que se hace por primera vez y eso merece destacarse como una semilla que puede dar buenos frutos. Lo acordado en Lima todavía es una idea interesante que va a ser planteada en el G-8 por México y Brasil, países de peso mundial. Esta idea se deberá concretarse en un mecanismo preciso y viable que realmente alivie la carga de la deuda y que más tarde pueda contagiar su efecto positivo al resto de la deuda externa latinoamericana.

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