EL FIASCO DEL FERROCARRIL

Los últimos esfuerzos institucionales consistieron en crear una entidad autónoma como la empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y conformar la Mancomunidad Ferroviaria que la integran 33 cantones; sin embargo, los intereses contrapuestos entre la vieja dirigencia sindical y los intereses o las perspectivas seccionales de los integrantes de esa entidad colectiva han impedido que se concrete algún proyecto, además de las publicitadas sesiones de trabajo en las que participan los principales funcionarios del Estado. El diagnóstico que trasciende de la actual situación demanda una fuerte inversión en maquinaria, la restauración integral de la infraestructura de rieles y la incorporación de la tecnología de comunicación que requiere todo medio de transporte masivo en la actualidad. Es obvio que ni la EFE ni la Mancomunidad Ferroviaria pueden abarcar este magno esfuerzo y no es posible prever si en la agenda política del Gobierno está priorizar esa inversión para una reestructuración integral del sistema ferroviario nacional. El reconocimiento a la obra magna del general Eloy Alfaro es el punto de partida para una real -no simulada- rehabilitación. A esa dimensión deben agregarse modernos estudios de factibilidad y la utilización de todos los recursos tecnológicos contemporáneos.