JUGAR CON FUEGO
Tema(s): En: Hoy 10 nov. 1996, p. A.5Resumen: La revaluación del sucre significaría, en primer término, volver al sistema de control oficial del tipo de cambio, pero no implicaría que el sucre haya alcanzado una revalorización tal en el mercado que obligue a reconocerlo oficialmente. Al revaluar se estaría contraviniendo artificiosamente las leyes elementales de la economía. Mientras la inflación obliga a una devaluación gradual de la moneda, el gobierno daría al sucre un valor mayor del que tiene, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Para revaluar es necesario primero reducir la inflación con una política de austeridad en el gasto público, y maximizar la eficiencia del Estado y del aparato productivo. Primero revaluar y luego ajustar la economía a esa realidad es jugar con fuego. Se encarecerían las exportaciones y se abaratarían las importaciones, con lo cual se cerrarían muchas empresas y fracasarían todos los programas agropecuarios. Las consecuencias directas: aumento de la desocupación y quiebra del sector externo. Además se agotaría la reserva monetaria internacional y se generaría una incertidumbre mayor que alejaría a los inversionistas.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-009179 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Hoy. 10 nov. 1996, p. A.5 | Disponible |
La revaluación del sucre significaría, en primer término, volver al sistema de control oficial del tipo de cambio, pero no implicaría que el sucre haya alcanzado una revalorización tal en el mercado que obligue a reconocerlo oficialmente. Al revaluar se estaría contraviniendo artificiosamente las leyes elementales de la economía. Mientras la inflación obliga a una devaluación gradual de la moneda, el gobierno daría al sucre un valor mayor del que tiene, tanto en el mercado nacional como en el internacional. Para revaluar es necesario primero reducir la inflación con una política de austeridad en el gasto público, y maximizar la eficiencia del Estado y del aparato productivo. Primero revaluar y luego ajustar la economía a esa realidad es jugar con fuego. Se encarecerían las exportaciones y se abaratarían las importaciones, con lo cual se cerrarían muchas empresas y fracasarían todos los programas agropecuarios. Las consecuencias directas: aumento de la desocupación y quiebra del sector externo. Además se agotaría la reserva monetaria internacional y se generaría una incertidumbre mayor que alejaría a los inversionistas.
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