COMO ARRUINAR UN IMPERIO
Tema(s): En: El Comercio 9 ene. 2011, p. 10Resumen: La planificación centralizada de la economía, entendida como el momento en que el Estado decide qué se debe producir y qué no, ha tenido pésimas experiencias en estas tierras. La más antigua, cuando los Borbón nos decían qué producir, qué no producir y con quién podíamos negociar lo poco que nos permitían producir. Aduciendo siempre 'los más altos intereses del Reino', los reyes españoles pusieron una enorme cantidad de restricciones a lo que las colonias americanas podían producir y con quienes podían negociar. El resultado (qué sorpresa) fue que las colonias españolas en América prosperen mucho menos que las colonias inglesas e incluso menos que las colonias portuguesas. Supongo que para cada una de las innumerables trabas que se crearon durante la colonia, habría un justificativo redactado por un burócrata imperial que desconocía la realidad americana y al que le pagaban por escribir justificaciones para normas que, en el fondo, solo beneficiaban al rey y a sus allegados. Los ingleses (que tampoco eran unos santos) nunca pusieron trabas de ese estilo a sus colonias y ellas florecieron mucho más que las colonias españolas. Ahí no se mató la creatividad ni se coartó la libertad económica.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 9 ene. 2011, p. 10 | Disponible |
La planificación centralizada de la economía, entendida como el momento en que el Estado decide qué se debe producir y qué no, ha tenido pésimas experiencias en estas tierras. La más antigua, cuando los Borbón nos decían qué producir, qué no producir y con quién podíamos negociar lo poco que nos permitían producir. Aduciendo siempre 'los más altos intereses del Reino', los reyes españoles pusieron una enorme cantidad de restricciones a lo que las colonias americanas podían producir y con quienes podían negociar. El resultado (qué sorpresa) fue que las colonias españolas en América prosperen mucho menos que las colonias inglesas e incluso menos que las colonias portuguesas. Supongo que para cada una de las innumerables trabas que se crearon durante la colonia, habría un justificativo redactado por un burócrata imperial que desconocía la realidad americana y al que le pagaban por escribir justificaciones para normas que, en el fondo, solo beneficiaban al rey y a sus allegados. Los ingleses (que tampoco eran unos santos) nunca pusieron trabas de ese estilo a sus colonias y ellas florecieron mucho más que las colonias españolas. Ahí no se mató la creatividad ni se coartó la libertad económica.
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