MALA POLITICA DE SEGURIDAD SOCIAL

Según cifras del Banco Central se estima en unos US 17.800 millones el valor del producto interno bruto (PIB) del Ecuador, sabiendo que en un 15 por ciento del mismo corresponde a sueldos y salarios (US 2.670 millones por año), el sistema de seguridad social (IESS más aseguradoras privadas), asumiendo que se continuará pagando el 20,5 por ciento del salario aportes personales y patronales, receptaría en términos de aportes por año, US 547 millones. Si agregamos el valor del fondo de reserva (un mes de ingreso salarial completo por año) tendríamos un total de US 593 millones. No se sabe cuánto de esta suma administrarán las empresas del sector privado, se supone que más del 50 por ciento, o sea unos US 400 millones. Podríamos estimar que en 20 años manejarían unos US 8.000 millones, elevada suma, superior en 60 por ciento al monto del presupuesto estatal y equivalente un 72 por ciento del monto de la deuda externa del país.¿Qué se va a hacer con ese dinero? ¿Quiénes lo van a administrar? ¿En qué condiciones? ¿Con qué controles? Son las interrogantes que nos planteamos desde ahora. Me temo que se ha legislado para establecer nuevos espacios de negocios y negociados, de tronchas y componendas a espaldas de los dueños verdaderos de los fondos previsionales, que son los trabajadores ecuatorianos. Todo esto, al margen de una verdadera política de seguridad social que la ley no consagra, a pesar que la Constitución lo establece y que debe cubrir y beneficiar a todos los trabajadores, los que obligatoriamente deben estar afiliados, a sus familias y a la población en general. Todo esto contribuyó a la debacle y dio lugar a este nuevo aborto del Congreso; tan es así que todos los legisladores que han opinado, con diferente argumentación, han ofrecido proponer inmediatamente reformas a la ley recientemente aprobada. Ojalá que esas reformas frenen la posibilidad real de nuevos malos manejos financieros.