¿PUBLICOS O PRIVADOS?

Puedo asegurarles que a muy corto plazo, por pretender controlar, centralizar, asignar, dirigir la economía, el sistema financiero, el uso de la propiedad, los asambleístas reformadores solo causarán peores efectos y nefastas consecuencias, mayores de las que se invocan, para pretender controlar el libre funcionamiento del sistema económico y de nuestra sociedad. Quienes tengan acceso a un crédito o una operación bancaria, en un sistema controlado por el Estado, serán personas privilegiadas, y mucho más, quienes tengan aquel poder de decisión. Las operaciones financieras tendrán un precio y se venderán al mejor postor. Serán mecanismos efectivos para obtener afiliados al único partido que gobernará este país. Los subsidios, la asignación de créditos, los cupos, serán una forma permanente de perpetuarse en el poder. Los países comunistas lo practicaron por largos años, con el trágico resultado, que sus economías no prosperaron y el pueblo jamás alcanzó el ansiado estado de bienestar. Los bancos no se manejarán mejor. Seguirán existiendo administradores tramposos que se beneficiarán del dinero ajeno. Serán instituciones peores que PETROECUADOR, el IESS, o bancos estatales, de la Vivienda o de Fomento, las empresas eléctricas o telefónicas, que cualquier empresa o dependencia estatal. Este tema de la banca no es de propiedad, sino de regulación y control. Una Superintendencia de Bancos, independiente de los poderes del Estado, con un manejo eficiente y profesional, con adecuada estabilidad, sin injerencia política, obligará a que el manejo y administración del sistema financiero, sea igualmente honesto, técnico y especializado.