CONTROLES A LOS BANCOS

Con apoyo del BID, la Superintendencia de Bancos está implementando una supervisión reforzada, para controlar más de cerca los riesgos que toman los bancos cuando prestan plata, con manuales claros, controles in situ y mecanismos de alerta e intervención temprana. Estos esquemas se han ido puliendo en muchos países y ratifican que los organismos internacionales -a los que a veces se pretende convertir en diablos- sí sirven para transmitir buenas prácticas internacionales. Esta supervisión reforzada podrá conducir a que los accionistas de algún banco que haya tomado excesivos riesgos tengan que meter la mano al bolsillo e incrementar su capital. Y está bien. Mientras más controlados estén los riesgos que toman los bancos, más protegido estará el dinero de los depositantes. Bien por ello. Al mismo tiempo, el Banco Central impone límites a las tasas de interés, basado no en evaluaciones técnicas sino en criterios eminentemente políticos, incluidos los de un Ministro muy político y nada técnico. Si bien los abusos bancarios deben ser controlados, las decisiones políticas pueden ser miopes.