EL INCOMPETENTE

Resultó por demás extraño ver al presidente de la República Rafael Correa entrar en tono jovial a la reunión de la Junta Bancaria el pasado miércoles. Primero porque no tenía nada que hacer y menos presidir una reunión de un grupo colegiado, que debe estar al margen de cualquier maniobra política. Y segundo por la extrañeza de sus declaraciones. En un tono molesto, el presidente calificó de "incompetente" al superintendente de Bancos, Alfredo Vergara, sin aclarar los motivos. Más tarde se supo, por declaraciones del mismo Vergara, que el enojo fue desatado por la negativa del superintendente de posesionar como quinta vocal de la Junta a María de Lourdes Andrade, que es directora financiera del SRI. El objetivo del presidente Correa, al parecer, fue poner como quinta vocal a una allegada suya (fue parte de la campaña de Alianza País) y así controlar un organismo eminentemente técnico, que regula la actividad del sistema financiero privado, en donde están depositados los ahorros de los ecuatorianos. Y más extraño resulta que más tarde el superintendente haya dicho que Andrade fue posesionada con los votos de los dos delegados del presidente y su silencio. Vergara parece desconocer el artículo 174 de la Ley del Sistema de Instituciones financieras que textualmente dice: "La Superintendencia tendrá una Junta Bancaria conformada por cinco miembros: el superintendente de Bancos; el gerente del Banco Central; dos miembros con sus respectivos alternos, designados por el presidente de la República; y un quinto miembro, y su alterno, que serán designados por los cuatro restantes. A excepción del superintendente y del gerente del Banco Central, los miembros de la Junta no desempeñarán otra función pública. El superintendente tendrá como alterno a la persona que le subrogue en el ejercicio de sus respectivas funciones". Andrade no fue elegida con los cuatro votos, como determina la ley; además, ha enjuiciado al Banco Central por haberla despedido, y tiene una sentencia en un juicio por injurias.