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EL ESTADO VS. LOS YUPPIES DEL CAPITALISMO

Por: Tema(s): En: Líderes 8 jul. 2002, p. 6Resumen: La corrupción e ineficiencia de algunos conglomerados revelan que es peligroso apartar al Estado para que operen sin control. Después de tanta insistencia en que el Estado es enorme, desorganizado y corrupto, los que se oponen al sector público y defienden a la empresa capitalista ofrecen uno de los espectáculos más lamentables de podredumbre e ineficiencia. Recientemente se han destapado los casos de Enron y Arthur Andersen, Global Crossing, Merk y Tyco, para culminar con las falsedades de Xerox y WorldCom. No se trata de problemas técnicos o de meras maniobras contables, sino de estafa a la fe pública, al engañar con falsas ganancias a los ciudadanos que han invertido en acciones. Y esto es producto de la mala fe y también de imprevisión, falta de investigación adecuada o simplemente ineficiencia, cosa que los grandes capitalistas atribuyen al Estado. Estos acontecimientos forman parte de la teoría y práctica del capital. Durante años el neoliberalismo presionó para que los Estados vendan a particulares muchos de sus bienes, lo que además era la solución "ideal" para pagar la deuda externa. En muchos casos el ciudadano salió ganando al obtener servicios más eficientes y baratos. Muchos enemigos del Estado vencen su oposición al servicio público y se adentran en él para hacer negocios. Si bien la gestión estatal a menudo es torpe, lenta y corrupta, por lo que es necesario agilizarla y limpiarla, nadie puede poner como ejemplo de pureza y eficiencia al sector privado ni a los "yuppies" que anidan en él.
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Analítica de Seriada Analítica de Seriada BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO Líderes. 8 jul. 2002, p. 6 Disponible

La corrupción e ineficiencia de algunos conglomerados revelan que es peligroso apartar al Estado para que operen sin control. Después de tanta insistencia en que el Estado es enorme, desorganizado y corrupto, los que se oponen al sector público y defienden a la empresa capitalista ofrecen uno de los espectáculos más lamentables de podredumbre e ineficiencia. Recientemente se han destapado los casos de Enron y Arthur Andersen, Global Crossing, Merk y Tyco, para culminar con las falsedades de Xerox y WorldCom. No se trata de problemas técnicos o de meras maniobras contables, sino de estafa a la fe pública, al engañar con falsas ganancias a los ciudadanos que han invertido en acciones. Y esto es producto de la mala fe y también de imprevisión, falta de investigación adecuada o simplemente ineficiencia, cosa que los grandes capitalistas atribuyen al Estado. Estos acontecimientos forman parte de la teoría y práctica del capital. Durante años el neoliberalismo presionó para que los Estados vendan a particulares muchos de sus bienes, lo que además era la solución "ideal" para pagar la deuda externa. En muchos casos el ciudadano salió ganando al obtener servicios más eficientes y baratos. Muchos enemigos del Estado vencen su oposición al servicio público y se adentran en él para hacer negocios. Si bien la gestión estatal a menudo es torpe, lenta y corrupta, por lo que es necesario agilizarla y limpiarla, nadie puede poner como ejemplo de pureza y eficiencia al sector privado ni a los "yuppies" que anidan en él.

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