ORIENTACION DEL GASTO PUBLICO

En general, los presupuestos del Estado, de los gobiernos seccionales y de empresas públicas, privilegian el gasto corriente, asignando recursos mínimos para la inversión o gastos de capital. En efecto, el Presupuesto para 2005 destina para gasto corriente el 48 por ciento y el 33 por ciento para pago de la deuda, mientras que para inversión es el 19 por ciento; el rubro más importante es el de sueldos y salarios que representan el 29 por ciento del Presupuesto total y el 41 por ciento de los ingresos corrientes. Prácticamente, se destina toda la recaudación del IVA y de los impuestos arancelarios para cubrir dichos salarios. Es impostergable canalizar mayores recursos a la inversión y al mantenimiento de los activos públicos. Es necesario hacer un replanteamiento y analizar si le conviene al país mantener 100 mil personas en la Fuerza Pública, 130 mil para la Educación, y todos los demás servidores públicos, y evitar casos frecuentes de piponazgo. Esta es una de las grandes reformas estructurales que requiere el país, para evitar que en forma crónica se produzcan desbalances en las cuentas del Estado y que se insista en la vieja práctica del endeudamiento agresivo, cuando es insostenible mantener el actual nivel y calidad del gasto público.