ABERRACIONES

En el año 2000 el gasto en sueldos del Presupuesto fue US 706 millones; en 2005, será US 2 200 millones; crece 1 494 millones. Los ingresos tributarios del Presupuesto en 2000 fueron US 1 623 millones, en 2005 alcanzarán US 3 134 millones, aumentan 1 511 millones. Los ingresos tributarios adicionales de estos años, aportados por toda la sociedad, solo han servido para cubrir el crecimiento de la masa salarial pública que paga al 2,3 por ciento de la población. Antes de la crisis de 1999, el rubro de sueldos era ya insostenible y fue uno de los factores que coadyuvó a la misma; en 2005, se sitúa por encima de 1998 y más que duplica el nivel de 1980. Entre 2002 y 2005 la masa salarial aumenta US 518 millones y los ingresos tributarios US 387 millones. La diferencia se cubre con el incierto ingreso petrolero. Los gastos sociales y la obra pública no tienen espacio. En esa perspectiva, si entre 2003 y 2005, de los US 518 millones utilizados para pagar más a los que tienen el privilegio de trabajar, se usaban US 300 millones para viviendas de quienes viven con 30 al mes, se habrían construido 60 mil viviendas y creado 300 mil puestos de trabajo -igual número de burócratas cobran del Presupuesto US 2 200 millones. Habría disminuido la pobreza, el crecimiento económico no petrolero sería mayor. Claro, en un país con otra racionalidad.