DESAVENENCIAS PUBLICAS EN EL FRENTE ECONOMICO

El superintendente de Bancos es miembro nato del Directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), pero solo con voz. Carece de voto. Por esto causa extrañeza y preocupa que quien no pueda votar para tomar decisiones, tenga potestad para dejar insubsistente una resolución acordada legalmente por el Directorio. Esta facultad no tiene el superintendente, como no la tiene para ordenar una intervención en el BCE, porque su Directorio dispuso, contra la opinión del superintendente, resolver el alza de sueldos del personal del BCE. La intervención tiene que ser motivada en razones jurídicas y para prevenir insolvencias, operaciones ilegales y el cometimiento de infracciones financieras especificadas en la ley. El BCE ha vuelto sobre sus pasos y ha dejado sin efecto, por ahora, el alza salarial. A su vez, el superintendente de Bancos ha levantado la apresurada intervención en el BCE. No obstante, es preocupante que se hayan dado estos hechos; el primero, porque se actuó a espaldas de la realidad económica del Ecuador; y, el segundo, porque se violó la autonomía que, por mandato constitucional, tiene el BCE.