NO PUEDO BAJAR LOS SUELDOS
Tema(s): En: El Comercio 4 ago. 2002, p. A.5Resumen: El presidente, Gustavo Noboa, ha dicho que no puede bajar los sueldos. El punto central de este asunto es que no debían haberse incrementado los sueldos más allá de las previsiones presupuestarias para el año 2002. El haberlo hecho compromete incluso la estabilidad económica. Para este año se previó un incremento en el rubro de sueldos de US 1.100 a US 1.400 millones; sin embargo las proyecciones indican que al fin del ejercicio económico este rubro llegará a US 1.800 millones. Por tanto, ha habido un exceso de US 400 millones sin contrapartida de ingresos. El próximo gobierno deberá empezar con medidas de ajuste para conseguir los ingresos que financien esa brecha abierta innecesariamente. La decisión del gobierno de gastar en sueldos una cantidad mayor a la presupuestada confirma la declaración presidencial de que no tiene por qué dejar la mesa servida al nuevo gobierno. Y el costo de esta decisión política será asumido por todos los ecuatorianos por medio del aumento de los impuestos y de los precios de los combustibles. Lo lógico sería que el presidente Noboa acepte su equivocación y rectifique, asumiendo el costo político.| Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada
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BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 4 ago. 2002, p. A.5 | Disponible |
El presidente, Gustavo Noboa, ha dicho que no puede bajar los sueldos. El punto central de este asunto es que no debían haberse incrementado los sueldos más allá de las previsiones presupuestarias para el año 2002. El haberlo hecho compromete incluso la estabilidad económica. Para este año se previó un incremento en el rubro de sueldos de US 1.100 a US 1.400 millones; sin embargo las proyecciones indican que al fin del ejercicio económico este rubro llegará a US 1.800 millones. Por tanto, ha habido un exceso de US 400 millones sin contrapartida de ingresos. El próximo gobierno deberá empezar con medidas de ajuste para conseguir los ingresos que financien esa brecha abierta innecesariamente. La decisión del gobierno de gastar en sueldos una cantidad mayor a la presupuestada confirma la declaración presidencial de que no tiene por qué dejar la mesa servida al nuevo gobierno. Y el costo de esta decisión política será asumido por todos los ecuatorianos por medio del aumento de los impuestos y de los precios de los combustibles. Lo lógico sería que el presidente Noboa acepte su equivocación y rectifique, asumiendo el costo político.
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