INTERVENCION

La intervención al Banco Central del Ecuador (BCE), que acaba de disponer la Superintendencia de Bancos dentro de su obligación constitucional de controlar el normal funcionamiento del sistema financiero, constituye un revelador dato acerca del estado de cosas en el país. Desde hace meses respetables sectores de la opinión pública venían formulando reiterados rechazos hacia las políticas desarrolladas por el BCE en el ejercicio de sus funciones. Los motivos que llevaron a ordenar esta intervención no hacen sino confirmar tanto los cuestionamientos de la ciudadanía como la falta de sensibilidad de los tecnócratas hacia la situación nacional. En los momentos actuales, resulta un despropósito elevar en el orden del 45 por ciento los salarios de un personal ya bien remunerado y favorecido con ventajas de diversa índole.