EL TIO VAGO Y BORRRACHO

Ningún padre de familia debería gastar más de lo que tiene, y un gobierno serio tendría que manejar finanzas sanas: cuando el FMI repite verdades tan elementales como esta, uno no puede sino asentir con la cabeza. Pues, eso es lo que nos está pidiendo en estos días el FMI, y allí es donde comienza mi desacuerdo.Porque el país necesita desesperadamente que mejore la educación fiscal, y el Fondo nos exige que congelemos el salario de los maestros; la gente se muere al pie de los hospitales, y el Fondo nos propone que congelemos los salarios de los médicos y enfermeras; a todos nos horroriza el auge de la delincuencia, y el Fondo nos presiona para que congelemos el salario de los policías. Conozco perfectamente los argumentos del FMI. El último año, el gasto total en sueldos del sector público aumentó considerablemente, y está previsto que en el 2003 ocurra lo mismo. Es cierto, nadie lo discute. Pero de allí a resolver los problemas fiscales del Ecuador apelando a la desesperación de centenares de miles de empleados públicos mal pagados, media todo un abismo.