EL PRECIO DEL PETROLEO

El precio que se fije para el petróleo resulta crítico pues todos sabemos que los ingresos nacionales dependen casi en un cincuenta por ciento de este volátil elemento. Pero cómo ser realista si la situación es más incierta que de costumbre? Por un lado, el Gobierno respalda un precio alto basado en predicciones de expertos internacionales, y por otro el Congreso espera la milagrosa reunión de la OPEP para decidir. En cuanto a lo primero cabe recordar que los expertos internacionales dedicados a este tema no han sido eficaces a la hora de predecir los vaivenes de este caprichoso precio. Recientemente en 1999, el crudo ecuatoriano volvió a bajar a niveles de 8 dólares el barril sin que nadie lo haya advertido, y lo que es peor su recuperación inesperada, ocurrida en el año 2000, tampoco fue pronosticada por nadie. No hay motivos, entonces para esperar que ahora, con una situación internacional más compleja, los expertos puedan darnos un estimado confiable sobre este asunto. En cuanto a lo segundo, la ansiada reunión de la OPEP no solucionará nada porque simplemente la Organización no tiene la capacidad y la disciplina para controlar el precio del petróleo. En otras palabras, la OPEP está muy lejos de llegar a eso, y por lo tanto las reuniones que mantengan no darán las respuestas a las preguntas ecuatorianas. Bien se podría optar por un presupuesto flexible en el que por prudencia se presupueste el precio del petróleo para el próximo año en valores bajos. Claro que para ello se requeriría un entendimiento pleno entre Ejecutivo y Legislativo.