PRESUPUESTO NACIONAL 2004

Esta semana el Congreso Nacional aprobará la Pro forma Presupuestaria enviada por el Poder Ejecutivo. En materia de ingresos el tema de las preasignaciones da rigidez un manejo dinámico de la política de gasto y destina por ejemplo el 70 por ciento de los nuevos ingresos, que obtendrá el Estado por la exportación de crudo pesado por el nuevo oleoducto a la recompra de la deuda externa. Lo grave es que la recompra de la deuda impide el aumento de la inversión social en salud, educación e infraestructura de producción. Los presupuestos repiten más de lo mismo y en el año 2004 no hay variaciones sino más bien estancamiento de la inversión social. No se entiende que mientras no se atienda a lo social, el crecimiento del país será efímero y vulnerable, pues está demostrado que aquellos países que han resuelto las extremas inequidades han crecido de modo sostenible y sólido. No puede ser que los responsables se hagan de la vista gorda ante una realidad lacerante. El Congreso Nacional debe aumentar las asignaciones para los programas sociales prioritarios, extrayendo recursos de las instituciones públicas poco trascendentes o donde se advierten claramente gastos superfluos o dispendiosos. El gasto social es una inversión sagrada, pues siembra posibilidades de progreso para todos. Según la UNICEF, de seguir gastando como ahora, tardaremos 47 años para alcanzar el gasto per cápita promedio de América Latina para 1999 y obviamente el país como tal seguirá atrasado.