LA TAREA SOCIAL

Hemos dejado a un lado aquel discurso de la descentralización que tanto interés tuvo durante el lustro final del siglo XX, pero, hemos visto que por iniciativa de varios alcaldes y gobiernos seccionales, la han llevado adelante, al subrogarse una serie de actividades que venía manejando el Estado. A causa de ello, tenemos localidades que se vuelven más exitosas y por cierto, otras donde se agudiza en forma permanente la pobreza. La pobreza actual es mucho más compleja, en cuanto a sus características y no se pueden, en forma constante, aplicar los mismos instrumentos para combatirla, especialmente cuando estos no tienen innovación y son administrados por un nivel central que no atiende las demandas locales, como lo pueden hacer, en mejor forma, los gobiernos seccionales. Si hubiese un programa adecuado, este bien puede encontrar su contraparte en la misma gente, pues la gran mayoría de las familias pobres ejecuta esfuerzos permanentes por salir de la pobreza; la muestra son el millón de emigrantes que contribuye con más de 1 600 millones de dólares a la estabilidad de la economía ecuatoriana. Las iniciativas orientadas a mejorar la capacidad de generación del ingreso familiar deben ser potenciadas, para que el crecimiento económico pueda jugar un papel primordial en la lucha contra la pobreza y en largo plazo, también contra la desigualdad.