EL PRESUPUESTO IDEAL

La realidad financiera del País ha demostrado hasta la saciedad que de la elaboración sensata del presupuesto general del Estado depende en grado importante la estabilidad económica nacional. La razón es lógica y al mismo tiempo contundente: los egresos estatales que no estén contemplados y debidamente financiados en ese documento significan, tarde o temprano, cargas impositivas que, en un País como el nuestro, de sistema capitalista de libre mercado, representan impactos macroeconómicos que crean recesión en detrimento del bienestar general. De ahí la importancia del trabajo que en estos días desarrolla el Gobierno con la elaboración de la pro forma, y del que muy pronto el Congreso realizará con la aprobación del presupuesto general del Estado. Los ecuatorianos sueñan con un presupuesto estatal con visión social. Compete por lo tanto al Ejecutivo destinar mayor inversión a las áreas más representativas y sensibles del Estado. Para que todos puedan contar con salud y educación, así como servicios públicos de calidad. Para que puedan tener acceso a una justicia personalizada y eficiente.