LA CALIFICACION SOCIAL DEL ECUADOR
Tema(s): En: El Comercio 20 sep. 2003, p. A. 4Resumen: La comunidad nacional es consciente del nivel social que caracteriza al Ecuador, pero era necesario que un organismo internacional con experiencia y solvencia institucional como la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia lo confirmara. La inversión social del país para igualar el promedio de América Latina registrado en 1999 demandaría, con las previsiones presupuestarias actuales, aproximadamente cinco décadas. Por eso en la actualidad es la cuarta parte del promedio regional con el agravante de que estamos sometidos a una rígida disciplina impuesta por el FMI. Esto impide establecer nuevas prioridades o reestructurar los ejes del egreso fiscal para remediar una triste realidad en el lado humano y gravísimo error en términos del desarrollo de la nación. En el análisis de esta situación debe evaluarse el peso que significa un Estado que, como el ecuatoriano, sigue viviendo en los moldes burocráticos del modelo de 1972 cuando recibimos los hiper efectos de la primera oleada petrolera. En consecuencia la ineficiencia de una administración estatal que envejeció dividida en múltiples ramificaciones también incide para que el gasto social se pauperice paulatinamente.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 20 sep. 2003, p. A. 4 | Disponible |
La comunidad nacional es consciente del nivel social que caracteriza al Ecuador, pero era necesario que un organismo internacional con experiencia y solvencia institucional como la Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia lo confirmara. La inversión social del país para igualar el promedio de América Latina registrado en 1999 demandaría, con las previsiones presupuestarias actuales, aproximadamente cinco décadas. Por eso en la actualidad es la cuarta parte del promedio regional con el agravante de que estamos sometidos a una rígida disciplina impuesta por el FMI. Esto impide establecer nuevas prioridades o reestructurar los ejes del egreso fiscal para remediar una triste realidad en el lado humano y gravísimo error en términos del desarrollo de la nación. En el análisis de esta situación debe evaluarse el peso que significa un Estado que, como el ecuatoriano, sigue viviendo en los moldes burocráticos del modelo de 1972 cuando recibimos los hiper efectos de la primera oleada petrolera. En consecuencia la ineficiencia de una administración estatal que envejeció dividida en múltiples ramificaciones también incide para que el gasto social se pauperice paulatinamente.
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