'FRENO A LA COMPETITIVIDAD"

El Gobierno Nacional ha recortado ciertos gastos superfluos para reducir el déficit del presupuesto estatal y entre ellos los que estaban destinados a actividades previstas en la Agenda de Competitividad, como la realización del segundo congreso que durante los primeros días de septiembre se debía efectuar en Quito para evaluar el estado de la competitividad del país, evento que podría haber servido para formular planes de urgente aplicación que nuestra economía dolarizada requiere para evitar que siga el deterioro de la producción nacional. Este hecho demuestra que a pesar de las declaraciones oficiales la competitividad no se ha convertido en un compromiso del Gobierno y más lejos aún de convertirse en política de Estado. El futuro del país requiere que la competitividad se convierta en una acción prioritaria de todos los sectores, pero el Gobierno debe liderar este proceso con los recursos que amerita una emergencia nacional, sin más dilaciones y con un enfoque sistémico.