LA DEPENDENCIA EN EL PETROLEO

Aún no se aprueba el presupuesto, y ya es necesario reformar la pro forma por cuanto el precio del petróleo promediará en US 17 el barril, y no en 20. Para las finanzas del sector público, es una pérdida de unos US 220 millones de ingresos. Es un peligro que las finanzas públicas y la balanza de pagos dependan de la cotización de un producto con precio tan volátil. Esta dependencia se tornará más llevadera con la nueva producción que saldrá por el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). No es que el país vaya a depender menos del petróleo, sino que el mayor volumen y la mayor renta que implica tornan menos severo el impacto de una caída en el precio. Por ello, la primera tarea es asegurarse que el OCP entre a operar lo antes posible. A continuación, hay que tomar las precauciones del caso para impedir que de aquí hasta que se inicie la nueva producción petrolera, el país sufra un nuevo colapso económico. El uso racional de los ingresos petroleros y la mayor competitividad de las empresas ecuatorianas, es lo que permitirá al país dejar atrás la etapa de crisis fiscales y paquetazos económicos.