LA CONVERTIBILIDAD ¿CORTINA DE HUMO?

La convertibilidad se ha convertido en una cortina de humo que impide ver hechos como el de una devaluación que ha encarecido las importaciones en un 6,5 por ciento en los últimos días y en un 12 por ciento desde el 10 de agosto, a más de que ha perjudicado a los ahorristas en sucres y ha favorecido el contrabando. Expertos chilenos han advertido sobre la inconveniencia de la convertibilidad, que sólo se aplica en 4 países del mundo. En Argentina se aplicó en circunstancias de hiperinflación y, según muchos analistas de ese país, se debilitó al Estado al privarle del control monetario y de la posibilidad de corregir los desequilibrios de comercio exterior. Además, pese a que hasta 1993 la deuda externa argentina bajó de US80 mil millones a 62 mil millones, a partir de 1994 el proceso de revierte, con una deuda de US95 mil millones, una baja del crecimiento del 11 por ciento en 1995, una desocupación mayor al 20 por ciento, una subocupación de más del 10 por ciento y un déficit presupuestario cercano a los US8 mil millones. Los analistas coinciden en que Argentina debió salir de la convertibilidad en 1993, y no haberlo hecho le cuesta al país el crecimiento de la corrupción y la violencia, a más de la inflexibilidad presupuestaria que deja sólo un 40 por ciento para todos los compromisos fiscales. Todo esto debe provocar más cautela en los que apoyan el proceso de convertibilidad.