INFLACION REPRESADA

La decisión del presidente demuestra que el Gobierno no tiene, no ha tenido y seguramente no tendrá, por el resto de su mandato, un plan económico ni una orientación clara de los pasos que debe seguir para fortalecer la economía nacional, el esquema de la dolarización y generar trabajo, divisas, al margen de la riqueza petrolera y de las remesas de los ecuatorianos emigrantes. Si bien demuestra sensibilidad para con las clases que menos tienen y la clase media, transfiere las decisiones al próximo Gobierno, independientemente de quien sea elegido. Se producirá un represamiento de la inflación que, de no ir acompañado con la reactivación de todo el esquema productivo del país, estaremos difiriendo para los próximos meses la gravedad del enfermo. La inflación no solo es el resultante de la elevación de las tarifas de luz y teléfonos sino del incremento en bienes transables y no transables. Este indicador se desacelerará cuando consigamos que los intereses del sistema bancario bajen; cuando se produzca más en el país para consumo interno y exportaciones. Solo la productividad originará un descenso real de la inflación. Esto es grave porque nos deja en una situación muy difícil de manejar para los próximos meses y para el próximo mandatario.