SOBRE LA COMPETITIVIDAD

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) prevé que la economía ecuatoriana solo crecerá en un 2 por ciento este año, eso siempre y cuando los precios del petróleo se mantengan inalterables. Eso significa que la economía está desacelerándose con respecto al año pasado en donde creció un 3.4 por ciento. Y el crecimiento está seriamente atado a las exportaciones de petróleo, mientras otros productos agrícolas han perdido mercado. Lo único claro es que el Ecuador está perdiendo competitividad a pasos de gigante y nadie está haciendo nada para detener el proceso. El Gobierno Nacional no tiene un plan económico, al menos no visible y se ha contentado con un acuerdo con el FMI que, en el mejor de los casos, significa ordenar cuentas macroeconómicas y ponerlas en línea con los compromisos de pago de la deuda externa. Todo lo demás está por hacerse. El camino de la competitividad es largo y necesariamente difícil. Colombia genera inversión ofreciendo mano de obra calificada en muchas áreas de la industria, pero Ecuador con un índice de escolaridad de apenas siete años ¿puede hacer algo en el corto plazo? Bolivia y Perú lograron impulsar un agresivo proceso de concesiones y privatizaciones que también atrajeron la inversión, cosa que en Ecuador no ha sucedido. Por último, todos estos países pueden hacerse competitivos devaluando su moneda en apenas unos días, mientras el Ecuador está atado de pies y manos con un dólar depreciado ya en un 10 por ciento. Señor Presidente aún no vemos la luz al final del túnel, todo lo contrario.