POLITICA PETROLERA
Tema(s): En: Expreso 27 jul. 2005, p. 4Resumen: Las relaciones de nuestro país con los organismos internacionales de crédito, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional especialmente, se han vuelto tensas porque el gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, ha tomado iniciativas que han desagradado a esas entidades; ante ello, se estudia una alternativa, la de buscar en Venezuela, país petrolero mucho más desarrollado que el nuestro, el apoyo en una especie de alianza estratégica absolutamente válida y conveniente, que incluye no solo la posible compra de bonos del tesoro nacional que alivien ciertos desajustes fiscales, sino también un apoyo técnico para nuestra industria petrolera, que sufre tantas falencias, que a veces hay el temor de que colapse por falta de inversiones y malos manejos. Hay que cambiar la política petrolera, sin duda; cambiarla en beneficio nacional desde luego, por más que protesten los grupos usufructuarios tradicionales, como parece que es lo que está sucediendo actualmente. El bien nacional está por sobre todos los intereses de grupos, por poderosos que fueren.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Expreso. 27 jul. 2005, p. 4 | Disponible |
Las relaciones de nuestro país con los organismos internacionales de crédito, Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional especialmente, se han vuelto tensas porque el gobierno, a través del Ministerio de Economía y Finanzas, ha tomado iniciativas que han desagradado a esas entidades; ante ello, se estudia una alternativa, la de buscar en Venezuela, país petrolero mucho más desarrollado que el nuestro, el apoyo en una especie de alianza estratégica absolutamente válida y conveniente, que incluye no solo la posible compra de bonos del tesoro nacional que alivien ciertos desajustes fiscales, sino también un apoyo técnico para nuestra industria petrolera, que sufre tantas falencias, que a veces hay el temor de que colapse por falta de inversiones y malos manejos. Hay que cambiar la política petrolera, sin duda; cambiarla en beneficio nacional desde luego, por más que protesten los grupos usufructuarios tradicionales, como parece que es lo que está sucediendo actualmente. El bien nacional está por sobre todos los intereses de grupos, por poderosos que fueren.
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