CONSUMIR LO NUESTRO

La baja relativa del consumo de productos ecuatorianos en favor de los productos importados aumenta el desempleo abierto, la delincuencia y conspira contra un desarrollo económico auténtico, basado en la mejora en la cantidad y calidad de nuestra producción. Hace diez años la importación de productos de consumo final representaba el 16 por ciento de nuestras importaciones totales, pero en el 2002 significó el 28 por ciento, lo cual demuestra claramente que la tendencia del consumo ecuatoriano es hacia lo importado, hecho que es una de las consecuencias directas de la globalización y de la apertura comercial del Ecuador La baja productividad del Ecuador es el principal problema de nuestra economía y su elevación debe ser un reto de todos, porque de seguir así la tendencia de desplazar al producto ecuatoriano por un importado seguirá inevitablemente. La producción agropecuaria necesita crédito a tasas de interés de un dígito para modernizarse y el Estado debe hacer lo necesario para que esto ocurra. Aquí hace falta un programa agresivo liderado por el Gobierno de turno, con acciones precisas y útiles, especialmente en los sectores menos eficientes pero que ocupan mano de obra campesina en apreciables cantidades. ¿Qué va hacer el Gobierno en esta materia? Es una cuestión clave para saber si en este Gobierno mejorarán o empeorarán las condiciones de vida de nuestro pueblo.