¿LA ULTIMA LLAMADA PARA ARGENTINA?

El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, no ha logrado conjurar la crisis financiera y económica. La recesión productiva y la escasez de recursos para cumplir los pagos internacionales tienen a la Argentina al borde de la cesación de pagos y la devaluación. A pesar de las últimas medidas de restricción de retiros de fondos bancarios y de dolarización de las cuentas en el sistema financiero, el riesgo país subió hasta 4.048 puntos. Hace 15 días había llegado a 3.500 puntos para luego descender y estabilizarse en 3.300. El detonante fue el anuncio del FMI de que no iba a desembolsar US 1.264 millones, que se requerían para cumplir con el pago de la deuda en este mes. Según el organismo, la no entrega se debe al incumplimiento de la meta contenida en la Ley del Déficit Cero y no al reciente paquete económico vigente. El camino para ese país parece ser la dolarización, pero si no hay control en el gasto público, este sistema tampoco operará. La convertibilidad y la dolarización, por ser políticas basadas en el manejo cambiario tienen efectos parciales: sólo ofrecen estabilidad dentro del campo monetario y cambiario; por lo tanto, los otros problemas, como el fiscal y el productivo, permanecen intocados. En Argentina la evasión fiscal bordea los US 25.000 millones y los productos de exportación pierden competitividad pues las empresas no logran mejorar sus niveles de productividad. En los próximos días se sabrá si este último remezón conduce a la temida cesación o a la depreciación del peso o a la dolarización.