MONOPOLIOS NI PRIVADOS NI PUBLICOS

La confrontación entre las cadenas Supermaxi, Mi Comisariato y el grupo chileno Santa Isabel, obliga a identificar y discutir algunas distorsiones que subsisten en el sector privado y que afectan a la modernización de nuestra economía y su correcta inserción en la escala global. Los agitados debates sobre estrategias y escenarios de modernización, rara vez exploran ciertas estructuras del sector privado ecuatoriano y su compatibilidad con las exigencias de la economía moderna. Se asume que todo empresario privado profesa y practica la filosofía de los mercados abiertos y de la libre competencia. Sin embargo, no es así. Cuando la dictadura militar (72-79) impuso un modelo económico que perdura hasta hoy, no sólo creó un Estado gigante y obeso, una burocracia asfixiante, reglamentaciones engorrosas y dirigistas, mercados cautivos, protegidos y subsidiados que alteraron la genética de ciertos sectores empresariales. Por ello, es indispensable cuanto antes, redactar y expedir una ley antimonopolios que obligue a ciertos empresarios a observar las reglas de la economía abierta que tanto defienden en teoría.