ARGENTINA : FRENTE A DOS PROYECTOS OPUESTOS

Al parecer, lo que buscan el Fondo Monetario Internacional, el gobierno de Bush y las grandes corporaciones multinacionales, es que el gobierno de Duhalde u otro más dependiente dolarice la economía de ese país, restrinja mucho más los sueldos y salarios de los trabajadores, reduzca a su mínima expresión el gasto público, contraiga las transferencias del gobierno federal hacia las provincias, mantenga en funcionamiento a los bancos extranjeros mediante el congelamiento de los depósitos de los ahorristas y prepare las condiciones para que el gran capital trasnacional continúe operando en ese país. ¿Hay otra alternativa? Sin duda que sí. Ella consistiría en empezar a ejecutar un conjunto de medidas propias de un proyecto antimperialista y de base anticapitalista, como por ejemplo, establecer un severo control de cambios que centralice las escasas divisas que obtiene el país y priorice su utilización según las más sentidas necesidades sociales. Persistir en el no pago de la deuda externa y utilizar el dinero ahorrado en aumentar los salarios y las jubilaciones. Estatizar al sistema bancario y financiero privado, así como a las grandes y vitales empresas del país que operan en los sectores de la energía, las comunicaciones, el petróleo, el gas, el agua con el fin de evitar la fuga de capitales y para iniciar un modelo de crecimiento más centrado en la atención a las necesidades domésticas. Sin embargo, una cosa está muy clara: la clave de cualquier programa de desarrollo futuro de la Argentina, consiste en encontrar un manejo diferente del problema de su deuda externa. En las actuales condiciones, el país no puede pagar su deuda externa, no está en condiciones de hacerlo y creo que ni las amenazas de boicot financiero del Fondo Monetario Internacional o del gobierno norteamericano podrán causar más graves problemas que los que el pueblo argentino ya tiene.