LOS PRECIOS PUEDEN DERRUMBARSE

Parece que la crisis mundial de los años treinta del siglo pasado se va a repetir. La especulación cunde en las bolsas de valores, las acciones que se negocian no reflejan el valor real de los bienes que representan, los compradores y vendedores están perdiendo la confianza, las empresas no pueden trabajar tranquilas y los conflictos se presentan el rato menos pensado. Durante tres décadas los bancos emisores de billetes han centrado sus esfuerzos en mantener la inflación baja y algunos economistas se preguntan si la inflación baja será una de las causas de la caída de los precios. Todos admiten que la tasa de inflación está demasiado baja. La inflación es la continua elevación del nivel de precios, Japón está sufriendo desde 1990 la caída general del nivel de precio y muchos temen que este fenómeno sea contagioso y que se extienda a todas partes. El exceso de oferta en el mercado está presionando sobre los precios. En este panorama hay que subrayar la caída del dólar frente al euro. No hay sector de la economía en el mundo que esté libre de los desequilibrios que se producen por esta lucha silenciosa entre el proteccionismo y el libre mercado. Muchos comentaristas temen que la crisis sea con baja de los precios, con deflación. Será muy difícil contrarrestar la aparición de este fenómeno porque todos los síntomas tienen mucho parecido con la crisis de los años 30. Nadie quiere ninguna crisis, sería fatal para todos. Los dirigentes políticos y económicos del mundo poco podrán hacer para evitar la catástrofe.