PETROLEO EN PELIGRO

El Gobierno con bombos y platillos presentó un proyecto de contrato petrolero que es una fanesca con el Contrato de Asociación, con el Contrato de Participación y con el Contrato de Campos Marginales. Sería otro error histórico, cualquiera que sea la forma de contrato entregar a terceros, los cinco grandes campos de la Amazonía, que son las joyas del país. Los cinco campos están en declinación. Algo se puede hacer para aumentar la producción, pero la declinación no la para nadie. En 2002, Petroproducción produjo 220.000 barriles diarios de petróleo en los cinco grandes campos que representan el 73 por ciento de la producción total. Si se comete la locura de concesionar los grandes campos, las compañías privadas pasarían a ostentar cerca del 85 por ciento de la producción nacional. El saldo provendría de 19 campos pequeños que no cuentan con infraestructura propia y que dependen de la ayuda de los otros campos. La verdad es dura pero es mejor que el país sepa que tiene que cuidar el petróleo como la niña de los ojos. Los cinco grandes campos petroleros no se deben negociar a ningún título porque sería una fatalidad para el país. Las compañías privadas pretenden controlar toda la operación petrolera para producir cuanto quieran, para hacer las mezclas que les venga en gana y para asegurar la carga para el OCP. Dicho oleoducto para amortizarse necesita transportar cuando menos 300.000 barriles diarios. EL Sote está totalmente amortizado.