NO MENTIR

Para un pueblo católico no mentir es uno de sus 10 mandamientos, hacerlo es la antesala del infierno en la otra vida. Las mentiras fiscales sostenidas por la demagogia tecnocrática y el populismo político forjan el infierno en esta vida, cuyos rigores y penitencias las pagan incluso aquellos fieles que cumplen el mandato de no mentir. En el Presupuesto de 2004 se asignó para el pago de sueldos (masa salarial) US 2.027 millones. En reiteradas ocasiones se dijo que tal techo no sería vulnerado, se habló reiteradamente de "reingeniería" y "limpieza de roles". Según datos oficiales, en el presente año la masa salarial alcanzará US 2 073 millones. Valor que será superior a fin de año, si los registros son correctos. Su crecimiento, en relación a 2003, sería 11 por ciento. El Ministerio de Economía y Finanzas debe informar al país qué gastos reducirá para cubrir el incremento de la masa salarial. Cabe recordar que gastos permanentes como sueldos deben siempre contar con ingresos tributarios de la misma naturaleza, caso contrario, su peso vuelve inmanejable las finanzas públicas, con efectos adversos para la estabilidad fiscal y el crecimiento económico con equidad. Consecuencias que se advierten en 2005, año en que la masa salarial alcanzará al menos US 2.180 millones. La credibilidad de la gestión del Estado y la sostenibilidad de las finanzas públicas se sustentan, en gran medida, en rigurosas actitudes morales y éticas, y en la estricta observancia de disposiciones constitucionales y legales. La debilidad del control institucional, la indiferencia social, la amnesia colectiva y la habilidad de los tecnócratas para confundir y justificar no pueden cobijar bajo un manto de impunidad los incumplimientos legales y cívicos que caracterizan el servicio público.