LAS TRANSNACIONALES Y LA GLOBALIZACION

Sostengo que el gran proyecto de mundialización neoliberal que algunos confunden con la globalización no da salidas a crisis, mucho menos al subdesarrollo que afecta a nuestros países, inmersos en un dramático cuadro de alto endeudamiento externo, crisis bancarias, bancarrotas fiscales, recesiones productivas y angustias sociales. La política económica a las que nos obligan los países industrializados, dueños absolutos de los organismos internacionales, se resume en tres pilares: apertura al capital y comercio internacionales, que va paralela con el desmantelamiento de toda prioridad y protección a los sectores productivos; "modernización", que sólo representa venta o privatización de las más importantes empresas estatales a precios irrisorios a las transnacionales y, festinamiento de los recursos obtenidos como ocurrió en Argentina; y, liberalización de los mercados, lo que supone una pérdida casi absoluta de los controles y de una mínima acción reguladora del Estado. En ese marco los gobiernos han cedido su rol protagónico al FMI, que es el que a través de las "cartas de intención", conducen nuestras economías; En ese marco los gobiernos han cedido su rol protagónico al FMI, que es el que a través de las "cartas de intención", conducen nuestras economías; En ese mundo de inequidades y altas concentraciones es imposible el desarrollo y la solidaridad para los países pobres que tienen el 80 por ciento de la población planetaria, y apenas cuentan con un 17 por ciento de las exportaciones mundiales. Ni que decir de América Latina con apenas el 5 por ciento de las exportaciones, pulverizadas en 33 pedazos, todo esto a pesar de que los países que la integran tienen problemas y propósitos comunes. Con esta dura situación estamos siendo empujados al ALCA y al TLC que, nominalmente, como mercados ampliados suenan interesantes, pero con estas duras realidades solamente se constituyen en riesgos adicionales, que hay que enfrentar con oportunidad y patriotismo ¿Será posible?.