LA ECONOMIA, EL FMI Y CJE

CJE son las iniciales del ministro de economía, Carlos Julio Emanuel, quien durante su reciente evaluación sobre la economía y las negociaciones con el FMI, ha señalado a la dolarización como la principal fuente de fortaleza del Ecuador. Pero también precisó con objetividad dónde están las debilidades. Hay que destacar que la adopción del dólar como moneda no corrigió la enfermedad. Y que el virus está ahí, vivito y coleando, expresándose en más ecuatorianos que fugan como "ilegales" arriesgando todo, hasta lo que no tienen; o que emigran legalmente porque no ven oportunidades de obtener empleo. Es que en verdad el primer efecto positivo de la dolarización debió sentirse en la llegada de inversiones, si no en magnitudes que puedan calificarse de masiva, por lo menos para recuperar el ritmo que se perdió en el arribo de capitales foráneos desde 1995. Igualmente el comercio exterior debió sentir un sostenido incremento de las exportaciones, para que pudieran generarse los dólares que la economía necesita. Y eso no ha ocurrido. No ha ocurrido porque la producción no ha tenido los estímulos que le permitieran reactivarse. CJE ha dado una visión de la economía en la que cautelosamente manejó el optimismo para no parecer iluso. Y ese es el discurso correcto que todo ministro de economía debe pronunciar, porque lo contrario sería caer en el pesimismo y provocar más desconfianza e inseguridad en los agentes económicos. No obstante, me quedó claro un mensaje: la economía quizá se mantenga sin agotar las buenas expectativas de la dolarización, siempre y cuando el FMI respete las decisiones de política que toman las autoridades del Gobierno. ¿Hasta dónde será eso posible?