LAS EMPRESAS PUBLICAS
Tema(s): En: El Telégrafo 5 feb. 2010, p. 11Resumen: Las empresas, al inicio de su gestión, requieren todas un tiempo prudencial para aprender, corregir, enfocar y empezar a generar resultados. Algunos autores lo llaman "curva de experiencia". En ese aspecto las empresas privadas y las comunitarias suelen ser muy congruentes y suelen tomar decisiones bastante apropiadas en pro de la conservación de los enfoques, de las orientaciones, de los administradores, de los proveedores, etc. Mientras que las empresas públicas, especialmente en las últimas dos décadas, han escrito largos episodios de estrategias abortadas, cambios drásticos de enfoque e ideología, remoción violenta de administradores y otras joyitas que las han llevado a niveles intolerables de ineficiencia, acaso el peor sustantivo en la jerga empresarial. Por eso ahora, que la Revolución Ciudadana viene al rescate de lo público, que empieza de a poco a instaurar altos estándares de servicio al cliente, de calidad, de eficiencia, de cumplimiento de presupuestos, incluso de modelos como Balance Score Card para llevar la gestión de las empresas públicas a niveles de excelencia.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura topográfica | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Telégrafo. 5 feb. 2010, p. 11 | Disponible |
Las empresas, al inicio de su gestión, requieren todas un tiempo prudencial para aprender, corregir, enfocar y empezar a generar resultados. Algunos autores lo llaman "curva de experiencia". En ese aspecto las empresas privadas y las comunitarias suelen ser muy congruentes y suelen tomar decisiones bastante apropiadas en pro de la conservación de los enfoques, de las orientaciones, de los administradores, de los proveedores, etc. Mientras que las empresas públicas, especialmente en las últimas dos décadas, han escrito largos episodios de estrategias abortadas, cambios drásticos de enfoque e ideología, remoción violenta de administradores y otras joyitas que las han llevado a niveles intolerables de ineficiencia, acaso el peor sustantivo en la jerga empresarial. Por eso ahora, que la Revolución Ciudadana viene al rescate de lo público, que empieza de a poco a instaurar altos estándares de servicio al cliente, de calidad, de eficiencia, de cumplimiento de presupuestos, incluso de modelos como Balance Score Card para llevar la gestión de las empresas públicas a niveles de excelencia.
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