LOS INFORMES EN LA ETAPA DE TRANSICION

Mientras transcurre la campaña,, existe un tiempo adecuado para que las entidades públicas se preparen para la transición. Esta labor es de vital importancia para nuestra democracia, pues se trata de la vida de empresas y entidades que han existido durante los últimos años en dos gobiernos absolutamente distintos en cuanto a objetivos, directivos y diferentes criterios para la prestación de servicios públicos. Existen entidades -probablemente excepcionales como el Banco Central del Ecuador- que supieron capear tal radical cambio y están en posibilidad de presentar -con la debida anticipación- suficiente información para que exista la conciencia ciudadana de la función institucional, se evalúe su labor y, de ameritarlo, se logre blindarla del oleaje político que sin duda producirá el nuevo mando de la República. Probablemente existan otras, que hayan corregido errores administrativos de la primera etapa y hayan retomado un rumbo sistemático, como pudiera ser el caso de Andinatel, Hidropaute y los organismos técnicos especializados, que generalmente no son atractivos para las huestes populistas. De igual manera, una información oportuna -certificada o auditada- podrá servir para oxigenar la percepción sobre esfuerzos institucionales que ameritan ser rescatados o fortalecidos.