EMPLEO EN CRISIS

El empleo es una de las variables que más connotación tiene en una sociedad. Por un lado es una medida de bienestar de la población, asumiendo que, a mayor proporción de gente empleada, la población vive en mejores condiciones. Por otro lado es también un indicador temprano de desempeño de la economía ya que, a partir del empleo, se puede predecir, de alguna manera, lo que sucederá con la demanda, ya que el consumo de los hogares representa alrededor de dos tercios de la dinámica de una economía. Durante los últimos cinco años la estructura del empleo en el Ecuador ha ido modificándose ya que, a pesar de que no ha existido un repunte importante del desempleo, el subempleo ha ido en aumento. De acuerdo a las estadísticas de la Encuesta de Coyuntura del Mercado Laboral Ecuatoriano, publicada por el Banco Central a inicios del 2004, el subempleo era ligeramente superior al 40 por ciento, mientras que en la actualidad la cifra bordea el 50 por ciento. Lejos de construir empleo de calidad, durante los últimos años en la economía nacional se ha deteriorado la calidad del empleo. Es importante para ello que más que promover un incremento del salario mínimo y promover un salario digno, se analicen con detalle las implicaciones y cómo se traducirán estas medidas en la economía, ya que al parecer el incremento del costo de la mano de obra está impactando negativamente el empleo pleno y podría también repercutir en la demanda final.