LA AMENAZA DE BORJA
Tema(s): En: El Comercio 29 mayo. 2009, p. 11Resumen: Diego Borja, actual ministro coordinador de la Política Económica, se abrió camino en el sector público como ministro de Finanzas en el Gobierno de Alfredo Palacio; antes había sido director ejecutivo de Expoflores, un importante gremio empresarial. El último par de años ha confirmado su atracción por la política desde Montecristi, el 'Congresillo' y el presente Ministerio. Su desempeño público no ha seguido una línea coherente, seguramente por su afán de adherirse al poder. Además del inconsistente manejo económico, su afinidad ideológica y partidista también ha mostrado agilidad de gato para adaptarse a las conveniencias. El 3 de mayo, de forma intempestiva, amenazó con retirar los depósitos estatales de la banca si no se flexibiliza el crédito. Desde entonces, en vez de crear las condiciones para incentivar la intermediación financiera, ha venido reiterando vanamente el mismo chantaje. Menos mal, como resulta obvio cuando el mensaje viene de alguien tan poco coherente, su anuncio fatuo no gozó de credibilidad.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | El Comercio. 29 mayo. 2009, p. 11 | Disponible |
Diego Borja, actual ministro coordinador de la Política Económica, se abrió camino en el sector público como ministro de Finanzas en el Gobierno de Alfredo Palacio; antes había sido director ejecutivo de Expoflores, un importante gremio empresarial. El último par de años ha confirmado su atracción por la política desde Montecristi, el 'Congresillo' y el presente Ministerio. Su desempeño público no ha seguido una línea coherente, seguramente por su afán de adherirse al poder. Además del inconsistente manejo económico, su afinidad ideológica y partidista también ha mostrado agilidad de gato para adaptarse a las conveniencias. El 3 de mayo, de forma intempestiva, amenazó con retirar los depósitos estatales de la banca si no se flexibiliza el crédito. Desde entonces, en vez de crear las condiciones para incentivar la intermediación financiera, ha venido reiterando vanamente el mismo chantaje. Menos mal, como resulta obvio cuando el mensaje viene de alguien tan poco coherente, su anuncio fatuo no gozó de credibilidad.
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