REGLAS VERSUS DISCRESION

La Academia de Ciencias de Noruega acaba de anunciar a los nuevos ganadores del Premio Nobel de Economía. Se trata de los economistas Finn Kydland y Edward Prescott, a quienes se les reconoce por su contribución al estudio de la macroeconomía dinámica y el análisis de las causas de los ciclos económicos. La reforma a los bancos centrales que, a lo largo de la década de los noventa, se implementó en varios países de América Latina y en particular la que se realizó en el Ecuador en 1998 (con la intención de convertirla en un organismo técnico con claros objetivos de estabilización de corto plazo, a través de una disposición mandatoria en la Constitución de la República) es uno de los efectos directos de las conclusiones de los ahora premio Nobel. Así también deben entenderse reformas legales como la Ley de Responsabilidad y Transparencia Fiscal, que impone, vía ley de la República, objetivos específicos de crecimiento del gasto y resultado fiscal en el corto y mediano plazos; al igual que la creación de los fondos de ahorro y de reducción de deuda. Para los países latinoamericanos, y en particular para el Ecuador, en donde la inestabilidad política, los intereses privados, las tentaciones populistas de los diferentes gobiernos, la falta de un acuerdo nacional en los objetivos de la economía de corto plazo y la presión de los grupos sociales, son determinantes en el manejo de la política económica, las sugerencias de Kydland y Prescott tienen una relevancia particular.