UN NOBEL EN LA MITAD DEL MUNDO

Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, visitó la semana pasada el país. Un grupo de empresarios ecuatorianos se encuentra hoy en Washington. Stiglitz fue enfático en cuestionar el TLC con los EEUU. Los visitantes ruegan a Jorge Bush II que mantenga abierta la puerta para finiquitar el TLC. El Nobel, en sus varias intervenciones (no suficientemente cubiertas por la gran prensa, cabe destacar), demostró que la agenda comercial mundial "está inclinada en contra de los países en desarrollo". Recordó que "los aranceles que los países industrializados más avanzados aplican a los países en desarrollo son cuatro veces más altos que los que aplican a otros países desarrollados". Estos viajeros, por otro lado, afirmando que si los otros países de la región ya firmaron un TLC, cual los perros de Pavlov al salivar sus aspiraciones condicionadas y no meditar en las consecuencias del TLC, insisten en que hay que seguir por la misma senda... Un Nobel no cambiará estos comportamientos largamente adiestrados con el diapasón neoliberal, menos aún los impulsos del bolsillo. La sociedad sí. Para lograrlo tiene que elegir un Gobierno que impida que sigamos por la senda perruna.