¿OPORTUNIDAD O AMENAZA PARA LOS TRABAJADORES?
Tema(s): En: Hoy, Economía 30 oct.-6 nov. 1995, p. 5Resumen: Según el Banco Mundial, en su Informe sobre el Desarrollo Mundial 1995, para el año 2000 más del 90 por ciento de los trabajadores estarán integrados a la economía global; pero ¿cuán beneficiosa puede ser esta integración para los trabajdores? Con el comercio internacional los trabajadores reciben dos beneficios evidentes: pueden adquirir bienes de consumo donde son más baratos y sus empleadores pueden acceder a los equipos y tecnología que correspondan mejor a sus calificaciones, a la vez que se los libera de la restrictiva demanda interna. Sin embargo puede haber problemas con la mano de obra no calificada de los países desarrollados que deben competir con los de países en desarrollo con costos de producción más bajos. Por otro lado se teme que el capital internacional se concentre solamente donde haya salarios bajos y que una alianza entre el capital y la mano de obra barata en los países en desarrollo amenazaría a los trabajadores de los países ricos. El punto central estaría en que los países en desarrollo encuentren el equilibrio entre prudencia presupuestaria, participación en los mercados y estabilización de políticas sociales.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | RESUM-004894 (Navegar estantería(Abre debajo)) | Hoy, Economía. 30 oct.-6 nov. 1995, p. 5 | Disponible |
Según el Banco Mundial, en su Informe sobre el Desarrollo Mundial 1995, para el año 2000 más del 90 por ciento de los trabajadores estarán integrados a la economía global; pero ¿cuán beneficiosa puede ser esta integración para los trabajdores? Con el comercio internacional los trabajadores reciben dos beneficios evidentes: pueden adquirir bienes de consumo donde son más baratos y sus empleadores pueden acceder a los equipos y tecnología que correspondan mejor a sus calificaciones, a la vez que se los libera de la restrictiva demanda interna. Sin embargo puede haber problemas con la mano de obra no calificada de los países desarrollados que deben competir con los de países en desarrollo con costos de producción más bajos. Por otro lado se teme que el capital internacional se concentre solamente donde haya salarios bajos y que una alianza entre el capital y la mano de obra barata en los países en desarrollo amenazaría a los trabajadores de los países ricos. El punto central estaría en que los países en desarrollo encuentren el equilibrio entre prudencia presupuestaria, participación en los mercados y estabilización de políticas sociales.
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