¿LECCIONES?
Tema(s): En: Hoy 6 mar. 2003, p. A. 4Resumen: La crisis boliviana vuelve a poner en el tapete, luego de la crisis Argentina, la viabilidad del modelo al que, por una costumbre llena de equívocos, se lo denomina "neoliberal". Un modelo que no da para más pues no genera crecimiento sostenido, ni reduce la desigualdad social, ni se ha traducido en mejores perspectivas de vida de la población. Las condiciones para su éxito resultan cada vez más difíciles de alcanzarse, o talvez nunca existieron en muchos de los países de la región. Ya no es suficiente el ejemplo de que funcionó en tal o cual país. Bolivia sigue dependiendo de la cooperación externa y no ha tenido avances significativos en la reducción de la pobreza y de la desigualdad. Un modelo económico que no rinde los frutos previstos y una democracia que defrauda son un caldo de cultivo para el resurgimiento de tentaciones autoritarias y comportamientos políticos anti sistémicos. No es un término muy afortunado para describir a las resistencias que nacen de la frustración democrática. Sin embargo, hay un hecho cierto, si la democracia en Bolivia, o en Ecuador, no encuentra bases más sólidas y comienza a entregar resultados en términos de menor desigualdad y mayor bienestar, los anti sistémicos de cualquier naturaleza estarán listos para pescar en el río revuelto del autoritarismo.Tipo de ítem | Biblioteca actual | Signatura | Info Vol | Estado | Fecha de vencimiento | Código de barras | |
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Analítica de Seriada | BIBLIOTECA ECONÓMICA BCE - QUITO | Hoy. 6 mar. 2003, p. A. 4 | Disponible |
La crisis boliviana vuelve a poner en el tapete, luego de la crisis Argentina, la viabilidad del modelo al que, por una costumbre llena de equívocos, se lo denomina "neoliberal". Un modelo que no da para más pues no genera crecimiento sostenido, ni reduce la desigualdad social, ni se ha traducido en mejores perspectivas de vida de la población. Las condiciones para su éxito resultan cada vez más difíciles de alcanzarse, o talvez nunca existieron en muchos de los países de la región. Ya no es suficiente el ejemplo de que funcionó en tal o cual país. Bolivia sigue dependiendo de la cooperación externa y no ha tenido avances significativos en la reducción de la pobreza y de la desigualdad. Un modelo económico que no rinde los frutos previstos y una democracia que defrauda son un caldo de cultivo para el resurgimiento de tentaciones autoritarias y comportamientos políticos anti sistémicos. No es un término muy afortunado para describir a las resistencias que nacen de la frustración democrática. Sin embargo, hay un hecho cierto, si la democracia en Bolivia, o en Ecuador, no encuentra bases más sólidas y comienza a entregar resultados en términos de menor desigualdad y mayor bienestar, los anti sistémicos de cualquier naturaleza estarán listos para pescar en el río revuelto del autoritarismo.
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